Capítulo 51. Preparativos de guerra.

Narrador omnisciente:

El castillo había cambiado de aspecto, pero no de propósito. Los muros antiguos seguían en pie, pero las salas se llenaron de tecnología y de nuevas funciones: la sala principal albergaba ordenadores y pantallas donde se recibían señales de cámaras; los pasillos tenían cargadores improvisados; los establos habían cedido espacio a vehículos reforzados. No se trataba de volver a la Edad Media: la guerra se preparaba con teléfonos, radios, detectores y patrullas en coches. Aun así, la naturaleza de los hombres lobo seguía siendo la misma: cuando la pelea pedía cuerpo a cuerpo, se transformaban.

Había tareas claras y precisas. Alarma temprana, vigilancia remota, rutas de evacuación, puntos de encuentro y áreas seguras dentro del recinto. Herreros y mecánicos adaptaron armas y barricadas con materiales modernos: barras de metal soldadas a puertas de garaje, cristal antiproyectil improvisado para ventanas críticas, y cisternas d