Capítulo 25. El ataque al corazón.

El consejo se reunió en el gran salón del castillo. Una mesa rectangular ocupaba el centro, rodeada de sillas pesadas de madera oscura. Hugo estaba sentado en el extremo, con la expresión dura y la mirada vigilante. A su lado, Elías, serio, con los brazos cruzados. Clara jugueteaba con un bolígrafo, distraída. Luz permanecía cerca de la pared, callada pero atenta.

El ambiente era tenso. Desde hacía semanas corrían rumores de movimientos extraños en las fronteras. Había informes de patrullas desaparecidas, de hombres armados rondando pueblos humanos y de lobos sin manada que parecían recibir órdenes de alguien. Nadie lo decía en voz alta, pero todos sabían que había un enemigo moviendo los hilos desde fuera. Y ese enemigo tenía nombre: Henry.

Ya había intentado otras veces dañar a la familia, y aunque cada ataque había sido detenido, nadie dudaba de que volvería a intentarlo. Lo que nadie sabía era cuándo ni cómo.

Elías fue el primero en hablar.