Capítulo 70.

Me duele hasta el último pelo de la cabeza. Cada músculo de mi cuerpo grita por clemencia, pero Derek no parece entender qué significa la palabra compasión. Se ha empeñado en convertirme en una guerrera, y aunque yo no poseo loba interior como los demás, él insiste en que puedo ser fuerte igual.

—Cinco minutos —dice mientras me lanza una botella de agua a los pies—. Descansa un poco y continuamos.

Sí, claro. Estoy segura de que en cinco minutos voy a estar como nueva.

Ni siquiera me planteo la posibilidad de suplicarle. Ya aprendí que eso no sirve con él.

Las piernas todavía me tiemblan y la cabeza me da vueltas. Es más que probable que me vuelva a desmayar.

Así que me dejo caer en el suelo, intentando recuperar el aliento… si es que eso es posible.

No sé cómo llegamos a esto. Bueno, sí que lo sé. Si no nos hubieran atacado, Derek jamás habría decidido que yo debía aprender a defenderme. Y lo peor de todo es que creo que se siente culpable, porque no pudo protegerm