—¡Eso tiene que ser mentira! Villaseñor no puede estar muerto. Solo me lo están diciendo para que yo caiga en su trampa y les entregue a la niña. Pero no lo van a lograr —decía Susana, desesperada, mientras su voz temblaba de angustia.
—Susana, esto lo puedes corroborar cuando tú quieras. Sabes que Villaseñor era un CEO muy influyente; cualquiera te puede dar esa información y te darás cuenta de que no te hemos mentido —exclamó Grecia con firmeza, intentando calmar la situación.
—Pero jamás me enteré de que estuviera enfermo. ¿Cuándo murió y de qué? —preguntó Susana, sintiéndose cada vez más desesperada.
—Laura fue quien lo mató —respondió Luis Fernando, con un tono grave que hizo estremecer a Susana. Se quedó en shock, no podía creer lo que estaba escuchando. La noticia le parecía sacada de una película de terror.
—¿Qué? ¿Laura lo asesinó? ¿Asesinó a su propio padre? —Susana se llevó las manos a la cabeza, abrumada por la impresión de la noticia.
—¿Susana, estás bien? —preguntó Grec