Skyler tiene un accidente automovilistico que cambia su vida por completo. Pierde todos los recuerdos de 4 años atras y termina conformandose con los relatos de los demás. Pero ¿qué pasará cuando vuelva a recordar? ¿y que pasará cuando se de cuenta que mantenia una relacion con Harding, el mejor amigo de su prometido? Y que la vida que lleva ahora no es ni remotamente similar a la que tenia antes de que todo pasara. Una historia donde el amor y el odio es el protagonista.
Leer másParpadee un par de veces y abrí los ojos lentamente, la luz blanca de mi alrededor me hizo volver a cerrarlos con una mueca de dolor. Fragmentos de lo que había sucedido llegaron a mi mente rapidamente. El auto desparramado por la carretera húmeda, mi cuerpo saliendo por el parabrisas, mi cabeza golpeándose contra la acera, el dolor punzante de los trozos de vidrio encajados en mi cuero.
El dolor insoportable, agudo. Mis manos temblorosas tomando el celular para llamarle a alguien, y luego otro golpe, duro y seco en mi cabeza. Haciéndome perder el conocimiento de nuevo. —¿Cómo se encuentra? —un hombre de bata blanca y cabello canoso me sonrió con amabilidad —¿Se siente mejor? —¿D-dónde estoy?—pregunté, con impaciencia. —En el hospital, ¿Recuerda algo de lo que le pasó? —Un accidente. —Así es señorita, un accidente automovilistico —apretó los labios —¿Sabe quién es usted? Cerré los ojos un momento, intentando concentrarme, cuando volvi a abrirlos asentí con la cabeza levemente. —Skyler Anderson, veintitrés años. —Muy bien—asintió un par de veces —a usted se le ha detectado un cuadro de amnesia global transitoria. ¿Sabe lo qué es eso? Negué un par de veces. Él me lo explicó con paciencia: —Un episodio de perdida de memoria temporal a mediano plazo, es decir, en su cerebro hay un espacio en blanco de un par de años. Pero tranquila, porque no necesita ningún tipo de medicamento, su memoria volverá por si sola. Puse una mueca cuando senti un pinchazo de dolor expandiendose por toda mi cabeza, lo miré con angustia. —Pero si le daremos medicamento para el dolor, claro. —soltó una risa. Intenté reír también pero fue apenas una sonrisa falsa que hizo que el pecho me ardiera. —Por cierto —añadió al ver mi silencio —han venido a visitarla, sus amigos no se han ido de aquí desde que la ingresaron. —Es bueno saberlo —murmuré. El doctor me sonrió una última vez antes de abrir la puerta. Cuatro personas la cruzaron con una enorme sonrisa dirigida a mi, la primera era una chica rubia, bastante amable; se hizo llamar a si misma Tikie. Después siguió una chica pelinegra, muy delgada y a diferencia de la rubia parecia menos alegre y más amargada, se presentó como Mar, mi supuesta mejor amiga. El hombre que estaba tomando mi mano con lágrimas en los ojos dijo que era Thomas, mi prometido. Apreté los labios y sacudi la cabeza. Habia un chico recostado en la puerta de la habitacion, era un pelinegro de ojos verdes que estaba viendome con un gesto que no logré entender. Y por algun motivo su rostro me causó una sensacion de familiaridad extraña. Sin poder evitarlo, lo señalé, arqueando la ceja. —¿Él quién es? —Te creo que te hayas olvidado de tu prometido ¿Pero de mi? —dijo el pelinegro sacudiendo la cabeza, divertido. Tikie le dio una palmada en la espalda, entre risas. —Es el idiota de Harding , no se llevan muy bien ustedes. Apreté los labios, quiza eso era lo que me habia hecho reconocerlo, que no me agradaba. —¿Y qué hace aqui entonces?—pregunté bastante más duro de lo que pensaba. Harding soltó una risa sin gracia y levantó las manos en señal de inocencia, retrocediendo. —Vino a acompañarme amor —murmuró Thomas —es mi mejor amigo. Asentí una vez con la cabeza y volvi a mirar a ese tal Harding. No pude evitar preguntarme...¿Por qué me miraba como si fueramos complices de un secreto enorme? Apreté los labios, negué con la cabeza y volvi a sonreírle a Thomas. —¿Cuándo puedo irme de aqui?—pregunté. La pregunta pareció emocionarle bastante, pues una enorme sonrisa apareció en su rostro. —Hoy mismo si lo prefieres. Thomas me besó la sien con ternura y yo le sonrei, pero cuando lo hice en mi estomago se atestó una incomodidad enorme que se expandió por todo mi cuerpo sin poder evitarlo. Frunci los labios y aparté la mirada, intentando no dejarme llevar por esas sensaciones. Seguro que mi mente solo estaba confundida, solo era eso. NOTA ADICIONAL. A lo largo de este libro podran ver textos con los signos «». Cada vez que vean parrafos encerrados con esos signos quiere decir que son fragmentos de recuerdos de Skyler. No se confundan, la historia va a tener muchos, por lo que es importante que recuerden que seran recuerdos o sueños. Para que puedan entender el contexto de la historia. ¡Sin más que decir espero que la disfruten!El autobús partió al atardecer, con el cielo teñido de un naranja profundo y las nubes cargadas de promesas inciertas que me hacian dudar sobre el futuro que me esperaba una vez llegando a Nashville, sin saber si Harding quería verme o si quiera saber de mi.Me senté junto a la ventana con la servilleta aún en la mano, como si fuera una brújula o una especie de amuleto que me protegía del miedo que amenazaba con hacerme retroceder.No sabía si él querría verme después de lo que había pasado. No sabía si llegaba tarde. Pero por primera vez, eso no importaba tanto. Porque estaba dispuesta a arriesgarme, a perder incluso lo que quedaba de mí, si eso significaba no seguir huyendo y estar con él. Y eso era suficiente para mí.El trayecto fue largo, silencioso. No dormí. Me dediqué a recordar cada detalle: su risa tímida, las canciones que componía en voz baja cuando creía que nadie lo escuchaba, las veces que se mordía el labio cuando estaba nervioso. Me dolía el pecho. Me dolía todo. Per
Un mes después. El calor de junio comenzaba a hacerse insoportable para mi. Las ventanas de la casa estaban abiertas, y aun así, sentía que el aire no circulaba, quizá por todo el sentimiento de asfixia que cargaba en mi cuerpo desde semanas atras. En el fondo, sonaba una de las canciones de Harding. Una de esas que nunca llegó a vender, que solo existía en su libreta desordenada y en la forma en que su voz quebrada las hacía eternas, las notas flotaban en el ambiente de tensión mientras lo miraba. Estaba empacando. No yo. Él Harding había decidido irse a Nashville hacia 10 días atras, después de una conversación dura con sus padres luego del accidente, de las visitas ocasionales y de las ofertas de trabajo que Kenny le mostraba, personas de la industria interesadas en que Harding interpretará su arte cerca de su ciudad natal, un escape para empezar una vida desde 0. Decía que lo necesitaba, que quería reencontrarse con su música, con su familia, con una parte de sí mismo que h
Las luces del hospital me resultaban insoportablemente blancas, creo que se debía al amargo recuerdo de la última vez que había pisado un hospital. Todo parecía demasiado limpio, demasiado calmo, en comparación con el caos que aún sentía dentro de mí.Caminaba por el pasillo como si mis piernas fueran de plomo. Cada paso era un recordatorio de lo que acabábamos de vivir, un recuerdo que me destrozaba por dentro.Harding estaba en la habitación 207. Me lo había dicho una enfermera mientras me pasaban una venda para limpiarme el cuello, aunque ni siquiera me había dado cuenta de que tenía una herida ahí. Supongo que en momentos como esos, el cuerpo no distingue entre el dolor físico y el emocional. Todo duele igual.Empujé la puerta lentamente cuando llegue a la habitación correspondiente.Él estaba recostado, con el brazo izquierdo inmovilizado, pero despierto. Me miró en cuanto entré, y esa sonrisa cansada suya, medio torcida, me hizo tragar saliva.—¿Ya puedes hablar sin hiperventila
Los pulmones no me dejaban tomar más aire, estaba a punto de sufrir un ataque y mi pecho parecía apunto de estallarme.Me encontraba aterrada, desesperada. Y por eso solté todo el aire cuando cruce la puerta principal de nuestra casa.Harding se giró de golpe al escuchar mi voz gritando por ayuda, dejando la guitarra en el suelo al verme tan angustiada.—¡Skyler! —jadeó.El grito que vociferó causó que Kenny soltará la carpeta repleta de documentos que tenía en las manos casi de inmediato. Sus ojos me miraron y con eso supo que algo grave había pasado. —¡Tikie... fuimos... Thomas ....!Estaba hiperventilando, no podía hablar con coherencia, mis palabras eran divagaciones sin sentido. —¿Qué está pasando? —preguntó Kenny, tomando las llaves de su auto. —Tikie está en el departamento de Thomas. —solté, estallando en lágrimas. Sus labios se abrieron de golpe, al mismo tiempo que sus piernas se movieron a la salida, con Harding detrás de el. Corrí detrás de ellos, sin detenerme a pen
Cuando entré al departamento sentí que habían pasado años. Todo el lugar había cambiado desde mi ausencia y me lamentaba mucho que no hubiera sido de forma positiva. Thomas tenía el lugar completamente abandonado, los sofás estaban llenos de comida rápida y basura de cualquier lugar. El comedor estaba más bien lleno de documentos y carpetas apiladas una sobre otra y el piso estaba pegajoso gracias a toda la cerveza tirada. —No me puedo creer que viva de esta forma —susurró Tikie, negando con la cabeza —parece que este lugar no ha sido limpiado desde que te fuiste. No le respondí. Mi boca era incapaz de articular palabras. Ambas entramos directo a la habitación, había ropa por todas partes, no solo de él, también de Mar. Podía reconocer perfectamente su perfume Chanel, sus zapatillas negras y su vestido negro favorito. —¿Puedes recordarme que hacemos aquí? —pregunté.Ella me miró, como si fuera una pregunta estúpida. —Necesitamos encontrar algo que lo vincule con el accidente
Todo inició dos días después, el caos se desató justo cuando comenzaba a olvidar el pasado. Cuando mis cosas posaban en el dormitorio de Harding, cuando mi relación con Kenny se había fortalecido y parecíamos llevarnos bien, cuando nuestros planes sobre el futuro parecían más sólidos que nunca. Incluso, todo pasó mientras hablábamos del tema. —Me gustaría que nos mudaramos de ciudad —murmuró Harding, mirándome de reojo para ver mi reacción. —he pensado en poder cantar mis propias canciones, tengo escritas bastantes y me gustaría que todos escucharán el sentí... Dejé de escuchar cuando Tikie me envió un texto, contándome que la camiseta de Thomas, la que había usado el día del accidente había desaparecido. Al parecer esos días desaparecida había estado recolectando evidencias, armando un rompecabezas que aún no conocíamos pero que comenzaba a tomar forma. El mensaje era confuso, no tenía mucha coherencia y... —Skyler, ¿estás prestandome atención? Mis ojos dejaron de revi
Último capítulo