Cap. 26 Contrato.
Después de que el equipo de mudanza terminara su trabajo y se fuera de ahí, Redsy bajó hasta el piso de abajo llevando en una mano una canasta de regalo, la cual contenía diversos tipos de cosas, y en su otra mano sostenía un sobre tamaño carta que tenía en su interior algunas hojas.
Redsy tocó el timbre y, después de unos segundos, Yesica abrió la puerta.
—Buenos días, Yesica. Bajé para darle la bienvenida a las nuevas vecinas que se habían mudado —dijo Redsy, sonriendo gentilmente y acercándole la canasta de regalos.
—¿Redsy? —dijo ella, algo confundida, pero al ver la canasta de regalos la tomó sonriendo—. Muchas gracias. ¿Quieres pasar? —dijo ella, apartándose de la puerta para que él pasara.
—Muchas gracias —dijo Redsy, sonriendo mientras entraba al departamento.
Redsy, al sentarse en el sofá, miró el lugar buscando a Ariadna.
—Por cierto, ¿dónde está Ari? —dijo Redsy, mirando a Yesica, quien no dejaba de sonreír mientras observaba las distintas cosas de lujo que tenía la canasta