Cap. 15 Dedo pinchado.
Después de que Karma se fue, Redsy volvió al club. Quería saber por qué Ariadna no había pasado por la oficina.
Al entrar, vio que muchas estaban mareadas. Algunas seguían tomando, otras dormían sobre las mesas o desparramadas en las sillas.
Una camarera se acercó.
—¿Qué hacemos con las que están dormidas?
—Llévenlas a los cuartos privados —respondió Redsy, sonriendo.
—¿Llevarlas? Si las tocamos, serán afectadas por nuestra lujuria acumulada...
—No pasará nada. Los guantes que llevan son especiales. Si las tocan con las manos, estarán protegidas.
La camarera miró sus guantes, sonrió y dijo:
—Bien, en ese caso, las llevaremos.
Redsy se acercó a Carolina, que murmuraba algo mientras miraba hacia el baño.
—¿Por qué tarda tanto...? Ya lleva mucho tiempo ahí...
—¿Esperas a alguien? —preguntó Redsy.
—Karma fue al baño, pero se está tardando mucho. ¿Será que se perdió?
—Él ya se fue.
—¿Qué? Pero no lo vi pasar por aquí...
Recordando su primer encuentro con él, murmuró:
—Ya veo... seguramente