Por Carolina
Así lo hicimos, nos encontramos cerca del estudio.
-Quiero que sepas que me decepcionó mucho como te trató ese día, aunque estaba borracho.
-Mi hermana le perdonaba las más brutales golpizas a mi cuñado porque estaba borracho y cada vez que él se iba y yo iba en su rescate, rogaba porque estuviera viva.
-Lo sé, Caro, no lo disculpo.
-Entendé, por favor, que para mí fue terrible ese momento y sí, es verdad que tuve relaciones con él sin saber su nombre, pero eso no me convierte en puta, me dolió mucho cuando me dijo eso.
-Lo sé y te juro que todas las noches se lo recuerdo.
-No hace falta, él ya tiene su vida resuelta, se pasea delante mío, a los besos con cuanta mujer se le cruza.
-En casa llora por vos.
-No puedo sacarme de mi mente esos besos apasionados, que se dan con un montón de mujeres, tampoco todos los insultos y su falta de respeto.
-Te entiendo, pero vine a contarte una historia, sin querer hacerte cómplice de otra mentira.
La miro sin entender, mientras me lle