Iktan
Dolido, engañado, tonto.
Así me siento justo en este momento mientras trato de reparar las cosas que Luka, el que se supone que es mi hermano, y yo, rompimos.
La casa de Aura quedó en mal estado, pero no es para menos, tanto Luka como yo somos grandes y además estuvimos dando vueltas por todos lados o eso creo.
—No trataba de matarla, quería besarla. –me encuentro confesando y solo escucho que deja de hacer lo que está haciendo.
—¿Por qué?
—¿Realmente no recuerdas quién soy? –le pregunto y me duele hacer esa pregunta.
—Lo siento, todo es muy confuso. Estuve mucho tiempo siendo torturado para revelar mi identidad y la ubicación de mi manada. Los rostros están algo mezclados.
—Pero mi olor, ¿No puedes reconocerlo?
—En dónde estuve, me hicieron mucho daño. Mi vista y oído siguen intactos pero mi olfato no. Los humanos son malos, bueno no todos, Aura es una excepción. Ella me llamó por tu nombre antes de salvarme, ese nombre hizo eco en mi memoria, pero como te digo, todo es