Iktan
—¿Te gusta Luka? –cuestiono una vez más haciéndome más daño.
—¿A quién no le gustan los lobos?
—No hablo de Luka como lobo sino como hombre. ¿Te gusta mi hermano como hombre?
—Claro que no, apenas si lo conozco. No soy de las mujeres que se enamora de un hombre el primer día Iktan, no sé cómo funciona para ustedes pero para mí es diferente. ¿En serio ustedes se enamoran en un día? –cuestiona incrédula.
—Eh...no. Claro que no nos enamoramos en un día. –miento porque la realidad es otra.
Nos enamoramos apenas sabemos que alguien es nuestra alma gemela.
—¿Por qué me preguntaste si me gustaba Luka? ¿Es por qué lo rescaté?
—No, es que parece que tienen una conexión. Él trata de cuidarte incluso de mi, como si estuviese enamorado.
—Le salvé la vida, Iktan. Creo que más que enamoramiento es agradecimiento.
—Yo también te salvé la vida y no te veo gruñendo por ahí a cada mujer que se me ponga enfrente.
—Pude gruñirle a Katte lengua larga, pero ella también sabía hacerlo y no era