Ezra
La noche es pesada, cargada de electricidad. Una tensión sorda recorre el aire, como una tormenta en formación. Avanzo lentamente por el bosque, el ruido amortiguado de mis pasos mezclándose con el murmullo del viento entre las hojas. La oscuridad no me incomoda; conozco este territorio mejor que nadie. Cada árbol, cada raíz bajo mis pies, cada susurro en el aire me pertenece.
Pero esta noche, algo es diferente.
Siento su presencia incluso antes de verlo. Una onda de magia oscura roza mi piel, como un roce frío. Mi lobo gruñe interiormente, sus instintos en alerta. Mis músculos se tensan mientras mis ojos recorren las sombras en movimiento a mi alrededor.
Una silueta emerge de las tinieblas.
— Caelan, murmuro.
Él avanza lentamente, su sonrisa fría iluminada por la pálida luz de la luna. Sus ojos de un azul glacial brillan con un resplandor malsano. Lleva una chaqueta oscura, su aspecto impecable contrastando con el aura de amenaza que irradia.
— Ezra, susurra, su voz arrastrándos