El día después de la celebración, desperté con el aroma de pan fresco y café en el aire. Rosa estaba en la cocina de la Luna Aullante, preparando el desayuno, y Carlos estaba ayudándola. “Traje unas manzanas del bosque”, dijo Carlos, mostrándome una cesta llena de manzanas rojas. “Para hacer más tarta — como la de tu abuela. Sé que te gustó mucho ayer.”

Recuerdo nuevo — Pensé en cuando mi abuela me llevaba a recoger manzanas en el bosque. Íbamos en otoño, cuando las manzanas estaban maduras. “Coge las más rojas”, dijo. “Son las más dulces. Y la dulzura es lo que hace que la vida valga la pena.” Ahora, Carlos estaba trayendo esa misma dulzura a todos nosotros.

Mientras desayunábamos, Liam llegó con noticias. “La manada quiere reunirse hoy para decidir sobre Cayetano y Elena”, dijo. “Quieren que tú estés ahí, Selena — eres la que le dio la vuelta a todo.”

Yo asentí. “Voy”, dije. “Pero quiero que vayan también Rosa, Marco, Sofia, Ana, Luis y Marta. Ellos también son parte de esto.”

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