Ameline sabía que estaba dejando que sus nervios se le notaran en la cara, pero no podía evitarlo, se sentía atrapada, sin escape.
¿Ya todo se había arruinado? ¿Sería descubierta y le quitarían todo el dinero y además volverían a arrojarla a una celda oscura sin aire fresco ni luz del sol?
—Eh… —Prissy tomó los hombros de Ameline—. ¡E-está hiperventilando! ¡Esto es grave! ¡Tenías razón, Marta, Ameline debe sentarse!
—Ya te lo había dicho, niña, hay que tener cuidado con una embarazada. —Marta chasqueó la lengua, guiando a Ameline hacia un sofá cercano.
Al ver que la sospecha en los ojos de Lana pasaba a ser preocupación, Ameline comenzó a fingir respiraciones más frenéticas y agitadas, queriendo ganar tiempo para pensar en una excusa decente, mientras Prissy y Marta se sentaban a su lado y le daban palmaditas.
"Ok, ok, todo bien, puedo ganar tiempo con esto, puedo pensar en algo puedo..." Se mordió el labio, demasiado nerviosa. "Puedo pensar en algo, tengo que hacerlo... No lle