SALVAR A LA REINA (O NO)
Observé la mirada atenta de Pauline mientras decía al otro lado de la línea:
- Tus padres fueron encontrados sin un rasguño. Ahora deberían estar de camino a Alpemburg.
Inmediatamente sentí que las lágrimas corrían por mi rostro:
- Gracias, Primer Ministro. No sé cómo agradecerles toda su atención...
- No es necesario agradecerle, Princesa Aimê.
- Dime que están bien... - suplicó Pauline.
- Están bien – aseguré, siendo inmediatamente abrazada por mi hermana.
- ¿No deberíamos esperar a que lleguen, Aimê? – miró su reloj – Estoy segura de que a la Corte no le importará esperar a nuestro padre.
- Quizás... Es lo mejor que se puede hacer... - Estuve de acuerdo.
- Alteza, no debería esperar ni un minuto. No sabemos cuál es la intención de Donatello. Además, está el señor Hadid y el reencuentro con su madre y...
- Creo que Sasha tiene razón. – expresó Paulina.
Miré a Sasha, sin saber si había dicho algo sobre el hecho de que la señora Hadid necesitaba a Max. Me enco