Mundo ficciónIniciar sesiónAlessia no necesitaba que le informaran lo que debía hacer. De repente, al llegar, vio su casa invadida por montones de rostros desconocidos y emocionados que la arrastraron a una habitación y, obligándola a sentarse en una silla, comenzaron con sesiones de masajes, maquillaje y la planificación de una noche perfecta, en la que Alessia no tenía el menor interés.
Nada en esa boda sería perfecto, ni siquiera su luna de miel, la cual no existiría. Benjamín ya había dejado claro cuánto la detestaba y que no volvería a tocarla.
Todo parecía, incluso, una pesadilla, pero Alessia no se rendiría. Aún había esperanza en su pobre corazón de revertir aquel final.
Un matrimonio arreglado y apresurado estaba lejos de ser un acontecimiento romántico o algo siquiera parecido a lo que Alessia soñó alguna vez. Se preguntó por qu&eacut







