Mundo ficciónIniciar sesiónAlessia se encogió, mirando a los ojos de Benjamín, segura de que él se esforzaba más de lo habitual para defender a Antonella. Aquello la destrozó por dentro. Imaginó cómo sería si él supiera que los dos tuvieran un hijo.
Intentó apartar esos pensamientos con la misma rapidez con la que intentaba alejar a Benjamín, en vano. Su rostro estaba contorsionado por el odio.
—No sé de qué estás hablando —murmuró, pudiendo sentir su ira hervir con cada palabra que decía.
—Estoy cansado de tus mentiras, Alessia —la explosión de aire caliente escapó de los labios de Benjamín antes de que él pudiera apartarse de ella—. Dominique me contó que estuviste en su casa y que le pediste a Antonella que renunciara y se fuera de la ciudad.
Su ritmo se aceleró, y Alessia apretó los pu&ntil







