— Detén el coche inmediatamente — exigió Antonella, pero fue completamente ignorada.

Al darse cuenta de que no lo haría, ella tiró del freno de mano. Las ruedas del eje trasero se bloquearon y el coche giró en medio de la carretera concurrida, siguiendo la dirección del volante, casi causando una tragedia. Cuando el vehículo finalmente se detuvo, hubo un golpe en la parte trasera, hiriendo a Benjamín.

— ¿Estás loca, Antonella? — Se llevó la mano a la frente al darse cuenta de que la sangre empezaba a correr. Con la visión borrosa y los sentidos alterados, apenas notó al conductor del otro vehículo acercándose y, cuando Benjamín salió para hablar, recibió varios golpes en la cara.

La policía tuvo que ser llamada. Antonella corrió a socorrer a Benjamín, quien ahora sangraba, tirado en medio del a