Mundo ficciónIniciar sesiónUn dolor insoportable invadió la cabeza de Antonella. Su frente estaba manchada de sangre, mientras Dominique presionaba una servilleta para detener la hemorragia.
— Vamos al hospital — dijo Dominique, sujetándola del brazo con la intención de llevarla a recibir atención médica, pero Antonella estaba decidida a no ceder.
— Estás a punto de perder este trabajo, Dominique — la obligó a detenerse y mirarla a los ojos. — Necesitas preocuparte por convencer a tu jefe de desistir de esa loca idea de querer saber dónde vivimos.
Dominique rodó los ojos, sintiendo que perdería la paciencia con la testarudez de Antonella.
— ¿Crees que alguien puede convencer a Benjamín de algo? — Soltó una sonrisa que dejó a Antonella confundida. — Ese hombre es autoritario y consigue todo lo que quiere. Lo único que puedo hacer es







