Capitulo 130

Antonela nunca había presenciado a Benjamín tan frágil y emocionado como en ese momento. Él se acercó a ella con el rostro enrojecido, los ojos llenos de lágrimas, y la abrazó, hundiendo el rostro en su pecho.

Era posible oír su gemido. Expuso todo su dolor como si ya no pudiera contenerlo más.

Ella suspiró y apoyó la cabeza en la de él, y le fue inevitable también empezar a llorar. Su siguiente paso debería haber sido decirle que lo sentía y que encontrarían al asesino de Fred, pero Antonela no pudo decir nada. Era reconfortante tenerlo entre sus brazos. Benjamín demostraba confiar en ella hasta el punto de exponer su lado más vulnerable.

Después de unos minutos, él se apartó, pero no lo suficiente. Sus ojos rojos, la fragilidad grabada en su rostro, hicieron que Antonela levantara la mano y le secara las lágr

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