Mundo ficciónIniciar sesión—Llegamos —anuncia él, con los ojitos brillosos.
Katerina, quien se había recostado en el asiento con la intención de ignorar los comentarios atrevidos de Gio, se incorpora de prisa.
—El mar... —musita al ver el azul de la playa a través del cristal del vehículo.
—Vamos —comanda él, entusiasmado.
Ambos salen del carro y caminan entre la arena: Gio con la caja de pizza en las manos y ella con la bebida. Se sientan en la orilla, en una parte donde hay muy pocas personas, y comienzan a comer.
—La pizza se enfrió. —Ella estalla en carcajadas.
—Fue mi culpa, lo siento.
—Está bien, no está tan fría. —Vuelve a reír, y Gio la admira en silencio, satisfecho de verla tan alegre y desinhibida.
—Me encanta el mar —dice él de repente, mientras observa las olas—. Tengo recuerd







