POR DELFINA
Finalmente alcancé mi sueño…tener el amor y la fidelidad de Gastón.
No me importaba renunciar a una futura maternidad con tal que Camila pudiera crecer sana y sin problemas de salud.
¿Cómo no iba a darle todo lo que estaba a mi alcance?
Sí, me gustaría ser madre, las criaturas me encantan, pero la realidad es que Cami existía ahora y yo no tenía planes inmediatos de tener hijos y si de hijos hablamos, a Camila la quiero como si la hubiera engendrado.
Lo que siento es que Camila es un solcito que ilumina mi vida y quiero que la siga iluminando, ella me eligió para que sea su mamá, no se cansa de pedirmelo y yo la considero tan mía que daría mi vida por ella.
Este año que pasó, aprendí a adorarla, quiero que se duerma feliz y que ninguna preocupación pase por su inocente cabecita.
Cuando la vi bajo el auto, hubiera intercambiado, sin dudarlo, mi vida por ella.
Su luz y su amor son tan sinceros, tan transparentes, que quiero alejar todo lo malo de su vida.
Estábamos las dos e