POR DELFINA
Cuando vino Paty a hablarme, me quise morir, me aclaró que no tenía nada que ver con Gastón, pero yo realmente estaba cansada, es un ir y venir y siempre va a ser igual.
De todos modos él ya no se acercaba a mí.
Me quedé en mi oficina, ya no podía dejar de llorar, soy patética, así me siento.
Él es la razón de mi existir, es el dueño de mi alma y siempre lo va a ser y a pesar de eso, vislumbro el resto de mi vida en soledad.
De repente escucho la voz de Gastón, reclamando a Paty porque ella estaba ahí.
Mi corazón latía fuerte, tal vez me podría enterar que sucedía entre ellos.
Mis manos temblaban.
Hablan del beso que se dieron y Gastón dice que por ese beso de mierda que ni respondió, él y yo tenemos nuestras vidas arruinadas y también se arruinó la vida de nuestros hijos.
Le dice que ni la tocó…ella lo quiso tentar, eran sus palabras, textuales.
Cuando mi marido saca a la luz y sin pudor, sus sentimientos hacia mí, veo que las nubes de tormentas que tenía sobre mí, van de