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El despertar de la Bella durmiente capítulo 15

El despertar de la Bella durmiente capítulo 15

Narrador Omnisciente.

Mientras tanto en el hospital...

-¿Y esa carita de contento Cuchito?

-He recibido una muy buena noticia, viejo.

-Ya sabemos que es por la señorita Daria, no tienes que decírmelo - su amigo y compañero Rubén se ríe de él en su cara pues es su mejor amigo junto a Jex, él es el mayor del grupo y el único casado desde que se conocieron, por eso se sentía como un padre sobreprotector de esos dos, ahora Jex también era un padre de familia como él y el único que quedaba de la triada sin familia era Cuchito, como le decía de cariño.

-No es solo eso, mis padres vendrán.

El semblante de Rubén se endureció, él sabía cosas que no podía decirle a su amigo, situaciones que lo tenían en una contradicción diaria entre la amistad y el deber, pero escuchar que esas dos personas estarían de vuelta en Nueva York no era nada auspicioso, debería poner en alerta a sus jefes y a ese señor.

-Mira tu que bien y ¿cuándo llegan?

-Mañana, aún no me confirman la hora de su vuelo, pero estaré atento para ir a buscarlos.

-Te acompaño, me encantará por fin conocer a tus padres.

-No es necesario, de verdad hermano.

-No seas tonto, con todo gusto lo hago, además mi mujer me tiene loco con esto de los regalos de navidad y las cosas que quieren los niños, necesito un respiro.

-Está bien, acepto. Sé que mis padres te van a caer bien.

-Por supuesto, hermano, por supuesto - le respondió con un d

ejo de duda, si todo lo que estaba averiguando para ese señor que le habían presentado sus jefes, no sabía qué pasaría con su amigo se enterarse de la verdad.

Ambos guardaespaldas siguieron con su trabajo, por motivos extrictamente profesionales y a pedido de Vannah, Agustín se quedaría a cargo de Daria y aunque la chica no sabía quién era él, en su estado y con la posibilidad de quedar ciega, Agustín aceptó de inmediato, ya vería como lidiaría con sus padres, pero de algo estaba muy seguro, no la dejaría sola hasta verla recuperada.

Por otro lado, en las oficinas de Scott y asociados, Rubén llegaba a la reunión pactada con el "cliente" y sus jefes.

-Buenas noches, perdón por la tardanza.

-Pasa Rubén, nosotros recién empezamos, pero queremos todas las novedades.

Rubén se rascó la nuca y comenzó a darles las novedades de lo que había estado investigando a petición del cliente, quién lo miraba fijamente sin siquiera pestañear.

-Pues y como les dije en mi llamada, sus padres han decidido viajar y llegarán mañana a Nueva York.

-Esos dos- habló el cliente con un dejo de rabia y tristeza -. Estoy seguro que algo traman. Estuvieron callados por demasiado tiempo.

-Eso ya lo sabemos, señor Smith, pero ¿Qué podrían querer de Agustín? Lo mantuvieron alejado todo este tiempo de usted y ellos deben saber que usted no se ha acercado a él, no entiendo qué podrían pretender- habló Adam, mientras Blue se mantiene en un silencio imperturbable, hasta que se decidió a hablar.

-Pues eso es lo que debemos averiguar, si ellos están dispuestos a venir aquí es por algo y si sus temores son ciertos, no es para nada bueno.

-Lo sé, Blue y eso es lo que más me aflige, mi nieto ha pagado y con creces sus errores del pasado y ese otro hombre que está en el hospital también.

-No se preocupe, señor Smith, yo cuidaré de mi amigo y le prometo que llegaré hasta el fondo del asunto.

-Gracias, muchacho. Solo espero que no sea demasiado tarde y algún día mi nieto me quiera escuchar.

-Estoy seguro que eso pasará en algún momento, Agustín ya no es un niño y creo que ya es tiempo de que le quitemos la venda de los ojos. Y yo estaré ahí para apoyarlo.

-Eres un buen muchacho, Rubén. Siempre estaaré agradecido de que lo acompañes y no solo seas su sombra, sino que tambien su amigo.

- Siempre, señor Smith, siempre. Por sobre todas las cosas Agustín es mi amigo y no le pienso fallar.

- Pues a esperar qué pasa con esos dos y mantén los ojos y los oídos bien abiertos, quiero cada detalle de lo que haga esa parejita en Nueva York.

- Sí, Jefa.

Rubén se retiró de la oficina y dejó a su jefa y a su cliente preocupados, esto que estaba pasando era por algo, el qué y el cómo eran las preguntas que se hacían ambos.

-Sea lo que sea que quieran esos dos, te lo ruego, protege a mi nieto, Ya le Fallé una vez y no quiero volver a hacerlo.

- Tranquilo señor Smith, mis muchachos son los mejores y entre ellos Agustín - dice Blue, con orgullo -. Estoy completamente segura que sea lo que sea, él lo va a enfrentar y superar.

-Eso espero...

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