Sasha y su hija Nat estaban disfrutando de un tranquilo desayuno en la luminosa cocina junto a Steven, mientras la señora Smith. limpiaba. Era un día precioso y feriado así que estaba tranquilos, como cualquier familia. El aroma del café recién hecho y el sonido de los pájaros cantando afuera creaban una atmósfera apacible y acogedora, que daban el toque perfecto a su desayuno. Los periodistas parecía haberse cansado o quizá estaba con la nueva noticia de turno mientras Trish intentaba conseguirles una entrevista para limpiar la imagen política de Steven. Así que parecía reinar la paz (parecía). De repente, el sonido de voces elevadas y pasos apresurados rompió la tranquilidad de la mañana. Sasha y Nat se miraron sorprendidas, mientras Steven se levantaba de la mesa con expresión preocupada. Antes de que pudieran hacer algo, alguien golpeó con fuerza la puerta principal. Steven se apresuró a ir y abrir, y quedó estupefacto al ver al presidente del partido republicano parado frente a é