Ximena llegó al hotel con el corazón acelerado y paso apresurado, sus tacos golpeaban el suelo mientras la oscuridad de la noche se reflejaba en los ventanales del lobby y sus pisadas resonaban en el mármol. Al llegar a la suite que Roberto le había indicado, que no era la de siempre, no pudo evitar sentir una mezcla de temor y deseo.. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero es que se sentía tan bien.... Se ajustó el vestido, tomó aire, valor y golpeó la puerta finalmente dos veces Toc Toc. —Estoy aquí —dijo en cuanto él abrió. Su mirada era gélida, pero había algo más, algo oscuro brillaba en sus ojos. Algo peligroso que nunca había visto hasta ese entonces e hizo que la recorriera de pies a cabeza un escalofrío — Aquí estoy ¿Qué era tan urgente que no podía esperar? —preguntó con una mezcla de desafío y curiosidad. Roberto la tomó del cuello, sin violencia, pero con suficiente fuerza como para hacerla sentir su control. Antes de que pudiera reaccionar, él la besó profundamente, domi