POV Norman El vaso de whisky giraba entre mis dedos mientras Nate hablaba sobre la tendencia alcista en la Bolsa de Chicago. Mi mente, sin embargo, flotaba en un punto intermedio entre la conversación y el ruido del club, donde la música resonaba con un bajo profundo y vibrante. El aire olía a alcohol caro, perfume femenino y promesas vacías. No era mi lugar preferido, para eso iba a strip club, pero después de una semana infernal en el mercado, Nate lo había propuesto y un par de tragos con él no sonaban tan mal, aunque no éramos íntimos. —Mira eso —dijo de pronto, dándome un codazo y señalando hacia el escenario con la barbilla. Le seguí la mirada con desgana y entonces la vi. Una joven subía a las tablas con la seguridad de quien sabe que tiene el poder de todos los ojos sobre ella a quién parecía no importarle nada con su larga cabellera rubia, de piernas largas, un cuerpo delgado pero con pequeñas curvas y un conjunto que era más un insulto al pudor que un par de prendas de vesti