Brad se despertó, sin saber realmente la hora que era, parecía el amanecer. Él estaba abrazado al cuerpo desnudo de ella y podía oír su suave respiración acompasada así como observó un leve movimiento de su pecho subiendo y bajando. El tenerla así dormida y a su merced, le generó una extraña mezcla de ternura y placer. Con cuidado llevó una de sus manos hasta su entrepierna y despacio, comenzó a masajear su clítoris. Escuchó que en sueños decía "bonito", como en un susurro de placer y eso sacó una sonrisa en él, aparte de que excitó sobremanera. El Playboy se agachó, poniéndose entre sus piernas y la observó con sumo placer. Su vagina estaba depilada y su piel era suave allí. Su aroma, el de ella almizclado, se mezclaba con el de él y se sintió posesivo. Con los dedos abrió con delicadeza sus labios vaginales y metió su cabeza y su lengua para comenzar a lamerla, allí. Su sabor era agridulce, y no le importó saber que sus fluidos mezclados estaban allí. Lula se despertó con una sensac