Nathan se encontraba en su oficina dentro de la clínica Sandman, el centro médico que su padre había sacado adelante con esfuerzo y dedicación. Siempre había amado su trabajo allí, se sentía útil, realizado, y disfrutaba de la sensación de hacer algo significativo en la vida de las personas. Pero últimamente, algo había cambiado. Se sentía inquieto, distraído y, sobre todo, culpable. Desde la boda de Steven con Sasha, su mente había sido un torbellino de pensamientos confusos. La noche en que se acostó con Olivia lo perseguía constantemente. No era solo el hecho de haber cedido a un deseo reprimido por tanto tiempo, sino la manera en que había manejado todo después. Había huido como un cobarde, sin explicaciones, sin despedidas, dejándola dormida en aquel lugar. Y lo peor era que ella no tenía idea de que había sido él. Creía que había estado con su hermano, pero él no había tenido el valor de enfrentarla y aclarar las cosas. Ni siquiera se había atrevido a hablar con nadie al respect