Capítulo 32

Vestido de seda azul, sandalias en tacón alto, pulseras de plata y accesorios para el cabello, no podía dejar de mirarlos mientras lo metía en la maleta, qué también era nueva y elegante.

—Me siento como una vividora —confesé a Esmeralda qué me visitó.

Ni a ella podía contarle del contrato con Romeo.

Ella se echó a reír.

—Eres una sugar baby, mira todo esto, mira como vives, mira como viven tus hermanos, ¿Hay más de donde sacaste a este?

—¿Sugar baby?

—Claro, que él es tu suggar daddy, es el que te da dinero por ya sabes qué, con quien tienes una relación así, interesante.

—No, Esmeralda, no es así.

—No te preocupes, no tiene nada de malo.

—No, pero no es así, no me acuesto con él por dinero, eso me haría una prostituta.

Me horroricé, tampoco le iba a aclarar que seguía siendo virgen, que no habíamos hecho nada. Se rio más fuerte y negó moviendo la cabeza.

—Espero que no te haga daño, solo espero que no se aproveche de ti y te lastime, porque te juro que no me va a importar que sea
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App