Cash y Julianne fueron juntos a su casa, sus hijos, James y Emma tenían un serio compromiso en la piscina. Julianne se despidió de sus papás a los cuales abrazó con fuerza y les dio las gracias por no rendirse nunca con ella. James y Emma rieron porque era imposible rendirse cuando el bienestar y las necesidades de sus hijos estaban en riesgo. Carrick le dio dinero a su hija mayor en efectivo y le recordó pedirle que le depositara solo por si alguna emergencia ocurría.