Carrick se sentó en su mesa favorita del Lemonade. Aquel lugar que era como su hijo mayor, había soñado en grande tras la victoria, decían que el primer año era el más difícil y para él lo fue. Carrick tenía una novia con un fideicomiso maravilloso, sueños gigantes como estudiar en Harvard, mientras él acababa de dejar la universidad en secreto. No se sentía merecedor de Julianne. Al principio no tenía para las cuentas del Lemonade. Compró una parte y trabajó durísimo o mejor, jugó buenísimo hasta conseguir el dinero que ocupaba. Se había pasado seis meses apostando por todo Estados Unidos, concurso tras concurso y en cada vez concurso rogaba a Dios que su padre no se diese cuenta antes de tiempo que no estaba en la universidad y mucho menos que lo alcanzara la mala suerte y perdiese.
Carrick trabajó duro.
Puso todo su esfuerzo en aquel lugar, hizo de plomero, constructor, mesero, Dj, todo lo que fuese en neces