Carrick vio a su novia firmar el prenupcial y los documentos que hacían la casa que habían elegido su hogar, los dos sonrieron y Carrick tomó la pluma y puso su firma en los documentos. Julianne sonrió.
—¿Sabes? —comentó Julianne. —Hubo un tiempo en el que te hubiese arrancado la ropa.
Carrick vio a su novia entre divertido y molesto.
—¿Por qué sientes que no deberías hacerlo? Arrancarme la ropa, tirarme sobre la mesa y no sé... ponerte creativa.
—Chupártelo—contraatacó mientras reía. Carrick asintió —Por qué este salmón está buenísimo y quiero saber sobre tu cita con Berrocal.
Carrick sintió el pie de su novia contra sus rodillas.
¡Vaya que sí es creativa! Los dos sonrieron. Y ella continuó comiendo como si nada mientras seguía acariciándole las piernas con los pies.
—Gracias por el informe y por la ayuda—resumió Cash.