ZAFIRO
¿Cómo demonios habían entrado a la bóveda? Y, aún más importante, ¿cómo lograron entrar a Ciudad Negra?
Tenía horas intentando entender cómo había sucedido todo pero nada encajaba y por más que me rompiera la cabeza pensando siempre llegaba a la misma conclusión: Tenía que haber un cazador de por medio.
Primero que nada, la ciudad madre de los cazadores se encontraba bajo kilómetros de tierra en Indonesia. Segundo punto, la ciudad poseía un manto de lava que la protegía de intrusos y que solo dejaba pasar a cazadores además de que también se debía pasar por un río subterráneo custodiado por ocho cocodrilos jurásicos que, al igual que la ciudad, reconocían quienes eran cazadores y quienes no. Punto tres, la ciudad estaba tan abajo que un ser de la superficie moriría en milisegundos por la presión extrema a la que el cuerpo era sometido y a la que nosotros estábamos acostumbrados genéticamente.
Por otro lado, la bóveda estaba custodiada por al menos seiscientos maestros cazadore