KYRION
Ejerzo presión sin importar que la gente comienza a alarmarse.
—Kyrion —insiste ella.
—Lo arreglaré, Gema —digo sin medir mi tono.
—Lo sé, pero... Alekxer va a nacer.
Levanto la mirada y sigo la suya. Su fuente se rompió.
Lo levanto y encuello.
—¿Puedes caminar? —le pregunto.
Asiente. Saco efectivo y lo dejo sobre la mesa. Nos dirigimos hacia el auto.
—Lo siento. Son mi prioridad. Pero no permitiré que este imbécil haga una estupidez.
Ella suspira. Sube al auto. Subo a Patricio, le arranco el cinturón, lo ato y paso atrás.
—Llegaremos pronto. Pórtate bien —beso su vientre.
Ella me sujeta del cabello.
—Si no subes ya, se pondrá feo.
Espero a que lo suelte y lo hago. No grita, solo hace gestos de dolor. Se inclina, se sujeta. Llamo a Oratio. Le pido apoyo para que envíe a alguien por Patricio.
No digo nada, aunque tengo la mandíbula tensa con cada gesto suyo. Patricio ríe. Expone lo que sabe y surgen dudas: ¿cómo lo supo?, ¿quién se lo dijo? No revela su fuente.
—Ambos irán a pri