—Cena con un inversor para esta nueva propiedad.
—Lo matarás como siempre—. Liv se apartó de mi lado y se levantó para darle un abrazo a su padre. El corazón se me estrujó al verlo haciéndome desviar la mirada.
—Avísame qué vais a hacer esta noche. No os quedéis hasta muy tarde ni os emborrachéis demasiado. Si lo hacéis, llamadme—. Dijo su padre con severidad. No era idiota y sabía que los menores de edad bebíamos, y también sabía que sería inútil intentar detener a todo el mundo. Así que
Era genial que lo aceptara, a diferencia de algunos padres, e incluso se ofrece a recoger a todos si están demasiado borrachos. Así es como debería ser.
—Lo haremos—. Liv prometió. No sé a ellos, pero a mí la