Recordó que el hotel donde estuvo con Alfredo tenía cámaras de seguridad en los pasillos.
Si él las viera, su identidad quedaría expuesta.
Dado que él también tenía una nueva vida.
Ella no debería causar más problemas.
Se vistió y fue al hotel.
Explicó su situación, pero la recepcionista no podía borrar el video.
El hotel también tenía sus políticas.
Justo cuando no sabía qué hacer, Fernando apareció: —¿Qué haces aquí?
Al verlo, Aurora, nerviosa, agarró el borde de su ropa y preguntó con rigidez: —¿Por qué estás aquí?
—Vine a hacer el check-out —respondió él.
Aurora recordó que Fernando estaba herido y se estaba quedando temporalmente en este hotel.
Fernando preguntó: —¿Por qué viniste?
Aurora, vacilante, dijo: —Yo, quiero que el hotel borre las grabaciones de mi visita de anoche.
Fernando la miró fijamente por unos segundos y dijo: —Te ayudaré.
Fue a la recepción, mostró su identificación y pidió que se borrara una parte del video.
La recepcionista tuvo que hacerlo.
Una vez que se res