Gabriela comenzó a sentirse nerviosa.
Podía percibir que esta vez, la actitud de Javier era diferente a las anteriores.
Tratando de suavizar su tono, dijo: —Javier, no es propio de un caballero atrapar a una mujer. Si quieres luchar contra Rodrigo, hazlo a través de medios justos...
—Estamos utilizando medios justos. Él atacó a mi empresa, yo estoy atacando a su mujer. ¿No es justo? —Javier la interrumpió con una sonrisa siniestra. —Voy a hacerte sufrir y también a hacer sufrir a Rodrigo.
Gabriela miró alrededor de la habitación y notó una ventana de una sola hoja en el lado derecho. A juzgar por su ancho, podría pasar a través de ella.
Esta podría ser su única oportunidad de escapar.
Gabriela trató de lidiar con Javier mientras se acercaba a la ventana, diciendo: —Javier, tranquilo. Algunas cosas pueden ser discutidas.
—¿Crees que soy un tonto? ¿Discutir? Ya no hay espacio para eso, somos enemigos a muerte —dijo Javier. Y luego, notó sus intenciones y preguntó burlonamente: —¿Quieres