Gabriela, que sintió que algo no andaba bien, inmediatamente fijó su mirada en Lucas.
Lucas se sintió extrañado por la mirada de Gabriela y le preguntó: —¿Qué te pasa? ¿Por qué me miras así?
Gabriela señaló a Javier y preguntó: —¿Él es tu pariente?
Lucas respondió honestamente: —Sí, él es mi primo, su madre es mi tía.
—¿Está enfermo? —preguntó Gabriela otra vez.
Lucas dijo: —Sí, eso es lo que me dijo, y espera que lo trates.
Gabriela se mordió el labio.
¡Bueno!
Había sido descuidada.
O mejor dicho, no se le había ocurrido de ninuga manera que Lucas y Javier tuvieran una relación familiar.
—¿Por qué estás tan sorprendida? —dijo Javier mientras se levantó y se acercó paso a paso a Gabriela.
Gabriela retrocedió con cautela y, al siguiente momento, intentó escapar.
Sin embargo, la entrada estaba bloqueada.
Eran un par de hombres fornidos, de aspecto amenazador.
Gabriela quedó atrapada y de inmediato se dio la vuelta para mirar a Javier, preguntando: —¿Qué quieres hacer?
—¡Eres médico y yo