Gabriela sabe bailar, tocar el piano, curar y ahora sabe pintar.
Rodrigo se quedó un poco incrédulo.
Al fin y al cabo, Gabriela ya sabe mucho, y todo está bien.
Por lo general, una persona es lo suficientemente buena como para tener una o dos especialidades.
Javier pudo ver que Rodrigo no entendía sus intenciones subyacentes.
No pudo evitar alegrarse.
Al fin y al cabo, lo que él sabe, Rodrigo no.
Se rió a carcajadas.
"He oído que sólo se pinta un retrato de alguien si te gusta, señor Lozano ¿cree usted que a la persona que me ha pintado, le gusto?"
La cara de Gabriela se endureció primero, "Me obligaste a dibujarlo, no me gustabas..."
A mitad de la frase, hizo una pausa.
¿No sería una explicación decir eso?
Ahora necesita que Rodrigo se disguste con ella y se divorcie.
Sin terminar la frase, dio un giro, "Aunque me obligaste a hacerlo, quería dibujártelo."
Es como admitir que le gusta Javier.
Aunque sólo sea una falsa intención.
Pero eso es lo que pensaría cualquiera que lo escuchara.