Capítulo 1012
Desde el auricular llegó una voz muy profunda: —Te extraño.

Gabriela sonrió, esas eran las palabras que quería escuchar.

Miró de nuevo por la ventana.

Aurora y Alfredo se separaron, y Alfredo estaba caminando hacia el hotel con el niño en brazos.

Ella dijo al teléfono: —Rodrigo, te amo.

No quería perderse, no quería separarse, ¡quería estar con él para siempre!

Aurora y Alfredo no pudieron estar juntos.

Eso le hizo valorar su relación con Rodrigo.

Ella preguntó traviesamente, apoyando su barbilla con la mano: —¿Por qué no dices nada?

Rodrigo dijo: —No tengo nada que decir.

Gabriela se quedó sin palabras.

Ella bajó la mirada, desanimada: —Entendido.

—Mm.

Gabriela quería regañarlo.

¿Él incluso respondió con un Mm?

No decir que la amaba ya era muy decepcionante.

¿Pero esa actitud?

—Estoy comiendo, voy a colgar.

Dicho esto, colgó el teléfono.

Rodrigo, escuchando el tono de ocupado en su oído, esbozó una leve sonrisa en sus labios.

El amor, por supuesto, es algo que debe decirse cara a cara
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