La hora de dormir llegó, pero no en mi apartamento.
La hija de Afrodita y su esposo me ofrecieron el cuarto de invitados para pasar la nochedebido a que ya es demasiado tarde. El frío parece no dar tregua. Aunque insistí en que noera necesario y en que tomaría un taxi hasta casa, fue en vano. Su insistencia me arrancóun sí.Literalmente no dejaron marchar a Matt, que vino en su Ram. Su hermano lo obligó apasar la noche en su enorme casa solo por esta vez. Sé que Matt se quedará sin problemassolo para contentar a sus hermanos, pero el inconveniente es que yo me quedaré bajo elmismo techo que él cuando horas atrás dimos por finalizada nuestra relación. No solo es
incómodo, es una horrible comedia romántica.Ya pasan las once de la noche cuando Ada y Max se marchan a su habitación luego dedarme ropa para dormir y toallas por si deseo darme una ducha.Camino por el pasillo de la segunda planta ya a oscuras, cuando escucho pasos detrásd