Kael
Anya pasó todo el día con las hechiceras.
Yo fui a reunirme con Jeremía y Jonás en la taberna de Vagar. Ambos me vieron con el ceño fruncido cuando me senté en la mesa, mientras que Waira fue a la barra a pedir cervezas para todos.
—Te ves fatal —dijo Jonás y suspiré—. No sé qué es lo que sucede con la humana, pero lo que sea, debe terminar rápido. El Sabio pidió una reunión del Consejo. Quieren analizar la visión y necesitan que estés ahí.
—¿Tú estás bien? —preguntó Jeremía e ignoró a Jonás.
En ese momento Waira se sentó a mi lado y Vagar nos dio unas cervezas.
—¿La mujer está bien? —preguntó Vagar con curiosidad y asentí.
Sabía muy bien que él había quedado perturbado con la situación, por lo que respondí su duda. Lo bueno fue que no hizo preguntas indiscretas, sino que regresó a la barra y Waira tomó un gran trago de cerveza antes de darme unas palmadas en el hombro.
—No te queda de otra que contarles a ellos, tienes que aprovechar que la taberna está cerrada y que Vagar no es