Kendra.
Esa noche en la cabaña fue mas tranquila de lo que imagine y descanse como no lo hacia en años. Desde que huyo no tengo paz, es esa ansiedad constante de que en cualquier momento me van a atrapar. Por suerte mi padre no se dio cuenta de darle los mismos collares que el suyo a los rastreadores y asi pude huir de ellos. No estoy segura si en una batalla cuerpo a cuerpo podria ganar, al menos no en mi forma humana debido a que nunca recibi entrenamiento, se que Morin si lo lograria es una gran loba. Voy a buscar la ropa que lave la noche anterior y a darme un baño en el rio para sacarme el olor a polvo. Cuando hago el trayecto hasta el rio noto que el bosque esta desierto, solo algunos animales pequeños, pero no hay gente y eso me da calma. Me desnudo y me baño en la orilla del rio, luego me seco con una toalla que lave la noche anterior y me cambio. Mi panza gruñe y si necesitamos comer por lo que improviso una lanza con un palo y usando la vista de Morin cazo unos peces. No estoy segura de prender la chimene de la cabaña para no levantar sospechas, pero necesito cocinar la comida. A Morin no le importa que este crudo, pero yo no me acostumbro a eso. Me resigno y hago fuego con unas ramas que recogi. Y pongo a cocinar los peces. -¿Que opinas?- le digo a Morin. -Parece un buen lugar- afirma- deberiamos quedarnos unos dias y ver que pasa. -No lo se, y si nos encuentran- cuestiono. -Siempre nos encuentra, pero siento algo en este lugar. Como que es nuestro lugar. Algo que nos protege- afirma. -No te entiendo. -Hay como una energia- afirma- no se describirlo pero cuando pasamos las puertas de la cabaña es como que algo nos protege. -De acuerdo, no se si te llego a entender del todo. Vamos a probar unos dias y sino huimos de nuevo. -Claro chica, no quiero que el loco de tu padre nos encierre y lastime. Eso me hace reir, Morin odia a mi padre desde que desperto, siempre digo que debe ser algo de su vida pasada. Una deuda que debe tener que saldar con el. Aunque Morin se rie de mi y no cree en eso. Ese dia decido limpiar la cabaña, si vamos a quedarnos un tiempo no podemos vivir en la mugre. Saco el colchon y lo sacudo y dejo que tome sol para que se desempolve y mientras busco agua del rio y limpio cada rincon de la cabaña. No me doy cuenta de la hora hasta que el sol esta cayendo y mi panza reclama comida. Decido buscar algo que comer y encuentro una pequeña ardilla a la cual cazo y un abol que da frutos y recojo algunos. Es una lastima que no haya verduras cerca de aca. Claramente a Morin solo le encanta la carne, pero yo soy mas abierta mentalmente. Estoy comiendo cuando siento unas voces y me asusto. Quiero salir corriendo pero Morin me advierte que no lo haga. -Oye hombre aca no hay nada- dice una voz masculina. -Te lo dije este es un bosque maldito, no debimos tomar este desvio. -Son solo supersiticiones- afirma el primero hombre- no hay ningun lugar para refugiarse. Miro con curiosidad, ¿Como dice eso?la cabaña esta justo frente a ellos. -Sera mejor que sigamos caminando antes que algun animal salvaje nos ataque. Y asi se alejan de la cabaña en donde estoy. -Escuchaste eso Morin- digo despacio. -Te dije que senti algo cuando entramos. -¿Pero por que nosotras la vimos y ellos no?- cuestiono. -No lo se, pero parece ser algo bueno para nosotras ¿No lo crees?- cuestiona Morin. -Todavia no estoy del todo convencida- afirmo. -Tal vez debamos esperar a que otro viajero pase- dice Morin- en que bosque estaremos, no conozco esta zona. -Yo tampoco creo que estamos cerca de Moonblod pero no estoy segura. -La manada del alfa supremo- dice Morin. -Si aunque se dice que es cruel y malvado, no se si es coneniente que estemos cerca de él. -Kendra si esta cabaña nos oculta del mundo ni aunque sea el puto dios nos va a encontrar. Esa noche estuve algo intranquila al saber que habian pasado unos viajeros, por lo cual no pude dormir tan profundo como la noche anterior. Al despertarme me fui a asear y luego case algo para comer, la cabaña estaba limpia, por lo que ambas coincidimos que debiamos explorar los alrededores de la cabalña, no habia mucho por ver. Arboles, mas arboles y animales pequeños, pero nada mas. Si encontre diversos frutos y eso me hizo soneir, recogi un par para llevar a la cabaña. Cuando volvimos volvi a inspeccionar la cabaña y encontre varios libros, decidi que como no tenia nada mas importante que hacer me pondria a leer un poco. Parece que la habitante anterior habia sido una bruja, segun su diario era una poderosa con una mision por cumplir. No entendi bien, pero mencionaba una profesia y que seria la persona que uniria todos los mundos. No se en que momento me dormi y de golpe me depierta el ruido de la puerta de entrada de la cabaña. Me incorporo de golpe y alli de pie frente a mi hay una hermosa mujer de cabello rojo como el fuego y unos ojos verde como la hieba que me mira con una hermosa sonrisa. -Al fin llegaste- dice mirandome- espere demasiado tiempo por vos. -¿Que?- digo con duda y me alejo de ella. Mi duda se apodera de mi y se que estoy encerrada en una cabaña con la unica salida bloqueada por esa mujer. -No temas no te voy a lastimar- me dice tranquila- soy tu protectora.