Kendra.

Estoy en la cabaña revisando libros de hechizos y releyendo el diario de Sahara, me siento sola debido a que Cristal se fue a ayudar a alguien pero no me dijo a quien. Morin me ha estado ignorando desde que vimos a nuestro mate, solo me habla lo justo y necesario y generalmente es para reprocharme.

De golpe aparece Cristal con su ya habitual halo de misterio y me pego un susto de muerte.

-Por dios, casi me haces morir- afirmo.

-Sos una exagerada- dice restando importancia- es una parada rápida me advierte.

-¿Te vas de nuevo?- digo y mi tono suena como a decepción.

-Ya te encariñaste conmigo Ken- dice riendo.

-Creo que me acostumbre, hacia mucho que no estaba con nadie compartiendo tiempo, salvo Morin y ahora esta enojada.

-Oh si lo veo y lo noto- dice riendo- Morin ya va a llegar el momento no seas impaciente.

-No lo entendes- le responde y me sorprendo porque a mi me sigue ignorando pero a Cristal no.

-Todo esta saliendo según los planes, va a estar pasando de nuevo por acá e