Kendra.Corro por el bosque, estoy casi sin aliento. Escucho a lo lejos los aullidos de lobos, me están cazando, sé que son los hombres de mi padre. Desde que hui de casa obligada por mi madre no pare de correr. Estoy cansada de esconderme, de ocultarme y tener miedo, yo no pedí esto, no pedí ese don.Todo empezó cuando cumplí 18 años y mi loba Morin despertó, hasta antes de ese momento yo era la princesa de la manada. Mis padres me adoraban y ya estaban deseando que mi loba despertara, así encontraba a mi mate y reinaríamos en la manada Bluemoon. Al ser hija única era obvia la sucesión de poder, pero todo se torció y acá estoy corriendo de bosque en bosque en medio de guerras internas entre manadas.La guerra se desató cuando yo tenía ocho años, todo debido a que no aceptan que el alfa de Moonblod sea el que nos gobierne y dicte las leyes. Si tenemos un líder, un alfa en cada manada, aunque desde hace siglos se puso a alguien que se encarga de verificar que nadie se exceda y se respe
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