Capítulo 40 —Neron hablaba de ella
Narrador:
Terminaron el café sin apuros, en un silencio cómodo, casi pactado. Cuando Cleo dejó la taza vacía sobre el platillo, Nerón ya estaba de pie, con su abrigo colgado del brazo y el celular guardado. No le preguntó si estaba lista. Solo le hizo un gesto con la cabeza y ella lo siguió.
El trayecto hasta el estudio fue breve, pero en el coche no cruzaron palabra. Cleo aprovechó para mirar por la ventanilla, procesando todo lo que le estaba pasando. Él, en cambio, conducía como si estuviera solo, con la mirada fija al frente y el ceño apenas fruncido. Al llegar, la fachada del estudio impuso respeto: mármol oscuro, ventanales polarizados, una discreta placa con el apellido “Valmont & Asociados” brillando con sobriedad.
Apenas cruzaron la puerta, el ambiente cambió. Todo olía a café recién hecho, a papel legal, a dinero. Empleados bien vestidos caminaban con carpetas en la mano, asistentes hablaban en tono bajo por los pasillos y las oficinas acris