114: Su buen corazón.
El día lunes llega, y cuando la pareja tomada de la mano entra a la oficina de Jane, esta no se tarda en explotar.
—Les pedí una sola cosa. ¡Una! Y no pudieron hacerla. Solo tenían que asistir a la maaldita fiesta y no conforme con que me dejaron plantada, ninguno se tomó la molestia de decírmelo. ¿Debo felicitarlos por eso o confabular con el idiota de West Kelson para descalificarlos? ¡Díganme!
Ninguno había visto a la CEO tan molesta. La mirada que les da, hace que ambos se sientan realmente arrepentidos por no haberle avisado; pero Leslie pensó que Dorian se lo diría, y Dorian no creyó que fuese necesario.
—Lo sentimos —suspira Leslie, bajando la mirada. Sabe lo importante que es encontrar la forma de atrapar o llevarle la delantera a Víctor e Isabella. Aunque en el fondo, a Leslie le gustaría poder hablar a solas con ella, quiere que Dorian lo haga también. Al menos debe intentar disculparse con ella.
—Fue mi culpa. Debí avisarte al menos que faltaría al trabajo —dice Dorian.
Jan