Capítulo 158

La verdad sale a la luz.

Leonard se incorporó con el suave crujido del colchón y, por un instante, permaneció inmóvil, sintiendo aún el calor del cuerpo de Alessia a su lado. Abrió los ojos, desenfocados, y la vio sonreír en sueños. Se quedó observándola un segundo más antes de deslizar con cuidado la mano por debajo de las sábanas para acariciar su mejilla.

—Buenos días —susurró, y ella gimió apacible antes de desperezarse.

—Buen… mmh, ¿qué hora es? —preguntó, frotándose los ojos.

—Las seis y diez —respondió Leonard—. El desayuno estará listo en quince minutos para las niñas, y luego Lizzy sale a las siete y media.

Alessia suspiró, estirando un brazo hacia él.

—Eres mi alarma biológica favorita —bromeó y se incorporó para fundirlo en un beso rápido. Después estiró piernas y brazos, despegándose del edredón.

En la cocina, el aroma del café recién colado ya se mezclaba con el pan tostado. La encimera, apenas adornada con un florero pequeño, lucía ordenada: dos platos con f