CAPÍTULO 127. Una estrategia oculta.
Capítulo 127
Una estrategia oculta.
Mientras el “Meridiano IV” se alejaba de la rada, meciéndose con la marea. Iván y Carlos intercambiaron una última mirada con el capitán García y su tripulación. Ninguna irregularidad: nada hallado, ningún indicio de prisioneros ni de secuestro. Ni rastro de cadenas, puertas ocultas o rostros asustados. El barco zarpó, libre de sospecha, rumbo abierto al mar nocturno.
—Bien… —susurró Carlos, guardando la linterna en su funda de cuero—. Nada. Ni una caja fuera de lugar.
Iván apoyó la palma de la mano abierta contra la pared agrietada de la bodega, notando la rugosidad del metal pintado.
El olor a aceite y a frutas podridas que llevaba en la nariz seguía ahí, impregnado en cada rincón del espacio. Respiró hondo, dejando que el humo del diésel y la humedad salina se mezclaran en su pecho.
—No lo entiendo… —murmuró él, frotándose la nuca—. Todo estaba claro. Yo estaba cien por ciento seguro de que ellos estarían allí. No sé qué pasó.
—O estuvimos demas