La famosa Mary.-¿Qué haces aquí?La muchacha sonrió. Se movió con gracia alrededor de ellos observándolos detenidamente, apenas y se sentían sus pasos alrededor del salón. Parecía moverse junto con el aire con la pequeña capucha revoloteando a su alrededor. Hasta que sus pies ligeros por fin se fijaron en el suelo -solo venía a reírme un rato. Después de todo, me hiciste caso. Botaste del castillo a Calista.Arista se dio cuenta de lo honesta que era Mary. Honestamente brutal. Pero acaso ser así, ¿era peor que una mentirosa?¿No hacía eso de Mary alguien mejor que Arista?-No encuentro satisfacción en su dolor. Estaba desesperada. Pero, aun así, no doy tregua a una traición-contesto el rey-Ya -murmuro divertida, pero entonces sus ojos fueron a la joven -¿y qué hay de esta? ¿la botaras también? Si yo no pude romper tu hechizo, peor podrá ella. Ni siquiera Calista podía rivalizarse conmigo. ¿Tienes fe en esta mujer?-La tengo. Y ella tiene nombre. Es mi prometida, y se llama Arista. P
No podía creerlo. Mary no podía creerlo. Estaba desconcertada. Lo sabía. ¿y como siquiera había fallado?Uso ambos métodos. Las plantas venenosas y los hechizos. Si una cosa fallara la otra haría su efecto. Aunque Arista hubiera vomitado, el hechizo ya debería estar en ella. Además, la estuvo vigilando casi todo el tiempo y ni siquiera había entrado al baño en todo ese tiempo.-¿Te sucede algo?- la voz de Elian le llego a los oído-¿Qué?-ella tenia su mejilla apoyada en su mano-Te has pasado toda la noche mirando a Arista-Oh… -miro de nuevo hacia la joven -dime, ¿Qué tiene ella que yo no?Aquella pregunta sorprendió al muchacho. Ya habían merendado y todos estaban pasando un rato en la sala de estar cerca de la chimenea.Karim y Arista estaban más allá a lo lejos sentados juntos en un sofá conversando de cosas que no alcanzaba a oír.-No pudiste enamorarlo. Eso no es tu culpa.-Pero, ¿Qué hizo ella para merecerlo?Elian lo pensó -nada- contesto – eso es lo que pasa con el amor. Se l
Parecía un chisteTantos años sufriendo en vano para esto. Sabía que el amor que sentía por su padre no era reciproco, pero… aun así…-¿Por qué no lo liberaste a él también? -la luz de la antorcha iluminaba la habitación de piedra-No preguntaste por el -contesto Karim en su defensa – creí que lo odiabas. Después de todo lo que hizo con los demás reinos... Después de todos esos esclavos... De toda esa gente a la que mando a matar...-¿Qué?- sus ojos crédulos-Arista, Amcher era corrupto. La destrucción de tu reino fue lo mejor que le pudo haber pasado a todosY no podía evitar que sus palabras dolieran. Ese había sido su hogar, pero ella no sabía nada de la monarquía o los negocios. No sabía nada de nada. Ajena a todo.¿Acaso ellos… eran los malos?-Los derrocamos por eso. Fue un convenio entre todos los reinos. Y tu padre, -negó pesadamente – es el peor de todosElla tenía en su interior sensaciones divididas. Le gustaba Karim. Le agradaba mucho. Pero no era bonito escuchar a alguien
-¡No puedes marcharte!-Elian…- el rey siguió guardando ropa y comida en una bolsa-¡No! ¡Lo digo enserio! ¿salir solo ustedes dos? ¿Cómo se te ocurre? ¡no puedes ir allá tu solo!-Iremos rápido y regresaremos de igual manera en el menor tiempo posible-¡¿Solo los dos?! La última vez que invadiste Amcher te llevaste a todo un ejército. ¿Y ahora iras tu solo?-No estaré solo. Además, la última vez había guardias y gente. Actualmente Amcher es un pueblo fantasma. No habrá nadie allí. No correremos ningún peligro.-Eso no lo sabes… -y había impotencia en su voz -si de verdad te marchas, en ese caso... lléveme consigo-No. -empezó su caminar guindándose la bolsa al hombro-O llévate a Mary.- dijo siguiéndolo– cualquiera de los dos te serviría. O a los dos. Solo llévese consigo a un brujo -pidió-Ya me llevo a una bruja; Arista.Elian rodo los ojos – es una aprendiz. Apenas y puede hacer hechizos. Y si bien es cierto reconozco bien sus habilidades extraordinarias, no sabe cómo usarlas. No
Los primeros pasos que dieron por el desolado reino la llenaron de un sentimiento de añoranza y terror-Realmente es un pueblo fantasma ahora…-murmuro ella observando todo lo que la rodeabaCasas del pueblo abandonadas. Totalmente deshabitadas -¿Qué le sucedió a toda esta gente?- pregunto-No las matamos. Si es lo que me estas preguntando- menciono mientras insto al caballo a seguir su trote-¿Están en tu reino?-Están en distintos reinos. Fueron repartidos por los territorios. Pero no separamos familias. Se juntaron por como quisieron y según los cupos se repartieron nuevas viviendas. Están bien ahora. No dejamos a nadie desamparado. Además, -dudo si decir lo siguiente, casi como meditándolo – tu reino ya no poseía tantas riquezas… tu pueblo sufría por la bancarrota del reino-No sabía que estábamos en quiebra -reconoció ella como una nueva verdad abriéndose ante sus ojos. ¿Qué clase de princesa había sido en todo este tiempo? No se había preocupado por su gente. Ni por el trono. O p
-¿Y bien?- pregunta -no me digas que está vacío. Di algo.Lo ojos de Arista se humedecen -la recuerdo ahora. -dice contemplando la imagen de una hermosa mujer. -Somos ella y yo. Tiene mis cabellos…. No mis ojos, pero… la expresión, sus rasgos. Se parece tanto ahora...- una calidez en su pecho. -aunque tiene un color de ojos extraños -se ríe -este color no puede ser ni real.-No necesitas mostrármelo.-Agradezco todo esto. No sabes lo que significa para mi – se acercó hasta el ya con el relicario cerrado -¿seguro no quieres verlo?El niega – está bien. Este es tu secreto. Es tuyo. -entonces toma el relicario en su mano. -una cosa tan valiosa debería estar cerca de tu corazón.El rey se coloca atrás de ella -¿me permites?Ella retira su cabello de su cuelloKarim le retira el collar que Arista tenía y ahora le coloca el nuevo. Un relicario dorado en forma de corazón ahora colgando en su pecho.La rodea para tenerla de nuevo de frente – se te ve hermoso-Gracias. -y este agradecimiento l
En la oscuridad de la cueva era difícil ver la expresión exacta de sus rostros. Pero Arista imaginaba por lo seria de su mirada y sus ojos apagados que Karim no estaba feliz.TraiciónUn gesto de traición lo cubría y se lo gritaba en todo su cuerpo. La sombra de algo oscuro naciendo en él.Arista hubiera querido abrir la boca para inventarse algo. Cualquier cosa. ¡Lo que sea! Pero… parecía que más que deducirlo era como si el rey ya lo hubiera sabido todo.“Abre otra vez la boca para decir otra mentira y te corto la lengua”Seguro era lo que estaba pensando el en ese momento, sus ojos eran una amenaza clara, además ya lo había escuchado antes a él también decirle aquello a otras personas.¿Acaso había encontrado restos de aquel día de los explosivos? ¿Acaso el espía del rey llego antes que el de ella a recogerlos?Entonces como para despejar toda duda, Karim levanto su mano a la vista de Arista para que pudiera contemplarla mejor la sortija. Y la acerco a la poca luz que había y dejo
-¿Qué… que… que es esto? -totalmente consternada -¿Qué hago aquí?Los ojos del rey fijos en ella -Querías huir de mi.-el tono tan frio de su voz la tenso-K-karim… eso… es…-¿Eres una clase de espía?¿Qué?-No- respondió de forma rápida y rotunda-¿Todo lo que me dijiste sobre ti, era verdad siquiera? ¿lo de toparnos por el pueblo de pequeños también era parte de tu plan?-¿De qué hablas?-¿Un plan elaborada y maquiavélico que llevaba años ejecutarlo? ¿Lo de hablar el día de la invasión a Amcher fue para que te escuchara apropósito y te eligiera?¿Pero que rayos estaba diciendo?-¿Insinúas que planee todo esto desde pequeña? ¿te volviste loco? Eso ni siquiera tiene sentido- no era su intención sonar herida. Pero fue justo, así fue como sonó; herida.-No lo se. ¿Qué puedo esperar de una mentirosa?Sus palabras la herían. Pero no podían culpar al rey. Una mentira podía poner en duda muchas verdadesArista estaba entre indignada, y molesta. Pero no tenia derecho de estarlo. El rey solo e